¿QUÉ HAGO MIENTRAS ESPERO?
En la vida Cristiana, en el noviazgo, en los proyectos de familia, en los estudios, y algunas otras áreas de nuestra vida nos toca hacer cambios. Hay cambios que los podemos hacer sin ningún tiempo de espera, basta una decisión y ya el cambio está hecho.
Existen otros cambios que requieren un proceso, una transición, un tiempo de espera y sobre todo decisiones que tomar, acciones por hacer y luego confiar plenamente en Dios quien hará la parte que nosotros no podemos hacer. Nosotros hacemos lo natural y él hará lo sobre natural, lo que por nuestros propios medios no podríamos hacer ni en cien años.
Como iglesia estamos comenzando a hacer esos cambios, cambios que sin duda vendrán ya que Dios nos está hablando acerca de qué cosas cambiar y cómo hacerlo.
¿QUÉ PODEMOS HACER MIENTRAS ESPERAMOS?
-
Incluir a nuestros hermanos en la fe en nuestras vidas. Darnos unos minutos. Ese tiempo es oro.
-
Invitar a hermanos a nuestros hogares, para conocernos mejor.
-
Ocuparnos de la vida de otros hermanos, su trabajo, familia, salud, vida espiritual, etc.
-
Visitar a los hermanos enfermos, indagar sobre su estado y darles ánimo. Orar los unos por los otros dentro y fuera de la Iglesia.
-
Respetar a los demás. Cuando Pablo les escribe a los hermanos de Roma, les pide: «respetándose y honrándose mutuamente» (Ro 12.10)
-
«Siendo del mismo sentir» «sentir lo mismo». Pensar lo mismo no significa uniformidad. Tiene que ver con la manera de conducirse. Es tener la mente de Cristo.
-
Liberarnos: Del deseo de exaltarse a sí mismo («ambición egoísta») La valoración incorrecta de uno mismo «es presunción» Valorar correctamente a los demás: «...cada uno considere al otro como más importante que a sí mismo» Jesús decía: “Entre vosotros no será así”
-
Hacer: Cuando llegue el momento, poner manos a la obra, es tiempo de trabajar, de poner mi talento, mi tiempo, mis capacidades tanto en la construcción física del nuevo lugar de reunión, como la edificación de otras vidas.
-
Dar: Es tiempo de que los que han sido fieles, sigan siendo fieles. De que los que no lo han sido se pongan a cuentas con el Señor. La obra requiere del esfuerzo económico de los miembros.
-
Orar: La oración es más valiosa de lo que pensamos. Sin oración, vamos a tropezar vez tras vez, pero si estamos unidos en oración, Dios obrará a nuestro favor.
-
Hacer: Hacer lo que Dios nos diga que debemos hacer.